viernes, 28 de abril de 2017

Mi experiencia con RRHH en anteriores trabajos

Uno de los pequeños oasis de esperanza en el desierto que supone la búsqueda de empleo en el mercado laboral de hoy en día, es cuando suena el teléfono y casi por sorpresa te citan para una entrevista de trabajo para un puesto al que casi no recordabas haber aplicado... Una nueva oportunidad de recordarle a alguien todo lo bueno que sabes hacer... Una pequeña ilusión que puede acabar con el temido "ya te llamaremos" o que puede suponer un nuevo comienzo profesional.



Foto: Universia

Recuerdo una de las primeras entrevistas que hice, cuando aún estaba estudiando en la facultad de Historia, quería sacar algo de dinero para comenzar a ahorrar en vistas a que como historiador, sospechaba que no tendría un futuro laboral demasiado floreciente, aunque por suerte me equivocaba... Ni siquiera recuerdo donde vi la oferta, solo recuerdo que una tarde acabe en Torrent para hacer una entrevista de monitor de ocio juvenil y tiempo libre en una empresa dedicada a hacer actividades y viajes extraescolares.

Lo siguiente que recuerdo es estar en una sala grande con unos treinta aspirantes más a los que nos pedían danzar, cantar o cualquier otra cosa que pudiera poner tu vergüenza torera en entredicho... Aún no se por qué me escogieron, supongo que porque yo, lo que viene a ser vergüenza, tengo poca... Fueron 3 años llenos de actividades, viajes por toda España, nuevas experiencias, nuevos amigos, oportunidades para obtener nuevas titulaciones y por si fuera poco hasta conocí la que hoy es mi mujer... Menos mal que no tengo vergüenza, me habría perdido muchas cosas por no haber superado aquella entrevista.

Salí de allí como monitor titulado y guía oficial de turismo, lo cual me dio nuevas oportunidades en empresas del sector turístico, hasta que llegó la entrevista para el trabajo en el que más tiempo he estado, como guía y técnico de museo.



Aquello llegó por sorpresa, trabaja como guía en el Ayuntamiento de Valencia y por un contratiempo acabé con mi grupo, fuera de la ruta, en un patio gótico de la C/Caballeros, sede del museo donde acabaría trabajando... improvisando acabé explicando aquel patio sin saber que la subdirectora del museo andaba por allí de Mata Hari y cuando estábamos saliendo, se me acercó para pedirme el CV.

Al poco tiempo recibí la llamada para entrevistarme con el director del museo, así que tuve que ponerme a investigar... Recuerdo que leí varias entrevistas suyas en prensa hasta que pude hacerme una idea de como era aquel hombre, no tanto como profesional (que de profesional, poco), sino más como persona. Al final la entrevista para mi no fue tal, fue relativamente fácil dirigir los temas de los que quería hablar con él ya que sabía que le interesaban... realmente, al final fueron cinco años de entrevista, porque trabajar allí era una prueba o una entrevista continua. Una pena que acabara un ciclo para muchas personas allí, pero creo que era Steve Jobs el que decía que no necesitaba ser el mejor en el trabajo, sino rodearse de los mejores para que hicieran el trabajo por él... Digamos que allí no calaba ese filosofía.

Quizá sea por exceso de confianza en uno mismo pero hasta el día de hoy siempre me he sentido bastante cómodo y seguro en las entrevistas de trabajo, en algunas, con algún jefe que he tenido hasta he llegado a pasármelo bien... esperemos que pronto vuelva a sonar el teléfono para enfrentarnos a nuevos retos y no escuchar más eso de "ya te llamaremos...". 

miércoles, 19 de abril de 2017

Mi experiencia ABP: Aprendiendo nuevas formas de aprender

Durante el curso de Promoción turística local no hemos aprendido solamente conceptos e ideas nuevas sobre la materia en cuestión sino que también hemos podido experimentar con otra manera de aprendizaje... la época de estudiante ya me queda un poco lejos pero como nunca hay que dejar de renovarse, con el Aprendizaje Basado en Proyectos he aprendido una nueva forma de aprender.

Con cada módulo del temario, cambiábamos de compañeros en los grupos y juntos, trabajamos en un proyecto diferente, en relación con la materia dada en clase. Así poníamos en práctica los conceptos aprendidos en clase y les dábamos forma para exponerlo en clase ante el resto de compañeros.

Durante el curso hemos trabajado en dos proyectos diferentes, con dos grupos de compañeros diferentes. En el primero tuvimos que trabajar en el diseño de una oficina de turismo de una Comunidad Autónoma a sorteo y en el otro proyecto hemos trabajado para crear un nuevo producto turístico y todo lo relacionado con su comercialización.

                                                                                                    Foto: BlogTribute
Siguiendo las pautas de trabajo de nuestra profe, teníamos que planificar, investigar y repartir el trabajo para su exposición final. Prácticamente cada día, siempre hemos tenido unos minutos para trabajar el proyecto en clase y ponerlo en común con los compañeros de grupo y aunque a veces puede ser algo tedioso o repetitivo creo que para alumnos de secundaria puede ser una técnica de aprendizaje interesante ya que a los alumnos hay que darles algo que hacer, no algo que aprender; ya que así se ven obligados a pensar, reflexionar y potenciar su pensamiento crítico.

Trabajar en equipo es otro de los puntos fuertes del ABP, una buena forma de darte cuenta que todo el mundo puede tener algo interesante que aportar, así que a veces debemos de mejorar nuestra comunicación y coordinación con los demás porque si confiamos en ellos, seguro que pueden complementarnos de una manera que no imaginábamos... eso también es una buena lección.

martes, 11 de abril de 2017

Diferencias entre el turismo 2.0 y el turismo 3.0: El turista moderno

Aunque quizá en el tiempo que tarde en escribir estas líneas surja el turismo 4.0 o hasta el 5.0 es interesante ver como hoy en día todo se actualiza y se mejora a la velocidad de la luz y más si hablamos de las nuevas tecnologías... incluso si las aplicamos a la comunicación, o en el caso que nos ocupa, al turismo.

                                                                             Foto: destinonegocio
No hace tanto tiempo, a la hora de planificar un viaje, acudíamos a una agencia de viajes pero poco a poco evolucionamos y pasamos a planificar todos los detalles de nuestro viaje por Internet o ayudándonos de aplicaciones móviles.

Buscar, comparar, contratar, compartir en RRSS y disfrutar de un viaje con el mismo aparato y la misma facilidad con la que llamas a tu madre para preguntarle por qué no te sale igual de bien que a ella la tortilla de patatas... De ahí, a dejar de ser 2.0 y pasar a ser un turista 3.0 solamente hay un paso... Colaborar.


                                                                               Foto: El tipometro
El turista colaborativo, busca un turismo real y alejado del turismo y del destino turístico hecho e inventado para guiris del montón. El turista 3.0 no es que venga del futuro, sino que aprovecha todas las herramientas que tiene a su alcance en el presente para hacer su experiencia turística única, hecha por y para él.

Desde su smartphone maneja un montón de apps que le ayudan a mejorar y a asesorarse durante su viaje con las opiniones de otros viajeros mediante webs/apps de opinión o cualquier plataforma para Blogs, pero además también deja su propia huella para que otros puedan seguirla en sus viajes.

                                                                                        Foto: El País
Hecha la ley, hecha la trampa y no en todas las webs/apps que usan los turistas 3.0 es oro todo lo que reluce, en webs de opinión como TripAdvisor, por ejemplo, hay que tener la precaución de no caer en opiniones interesadas sobre tal o cual recurso o tampoco debemos de confiar siempre en los consejos de influencers viajeros a sueldo. 

En cambio, hay algunas webs 3.0 que, por ejemplo, han incorporado un chat donde puedes preguntar cualquier duda sobre el producto turístico en el que estás interesado y obtener una respuesta al momento, o desde casa, hacer una visita virtual en 3D  de los lugares a visitar antes de decidir si merece la pena o no ocupar una parte de tu viaje en visitar ese lugar in situ.

Ya sabes... a viajar y no te olvides del cepillo de dientes... ¡ni del móvil para compartir la experiencia!