jueves, 4 de mayo de 2017

Si yo fuera... líder


Ser jefe no debe ser fácil pero ser un buen jefe debe ser aún más complicado, seguro que muchas veces hemos pensado en lo positivo que sería para nosotros ser los jefes de la empresa donde trabajamos sin pensar en todos los puntos negativos que conlleva esa responsabilidad.


Foto: LaMenteEsMaravillosa
Si algo tengo claro cuando yo mismo pienso en algo así es que a mi no me gustaría ser jefe, en todo caso me gustaría ser líder. 

Implicarme en el trabajo y los proyectos de la empresa al mismo nivel que mis empleados porque es así la única manera de no estar aislado en un despacho, desconociendo la realidad de mi propia empresa y porque conocer a fondo tu negocio es la única manera de dirigirlo con sentido.
Foto: Slideshare

Según mi manera de verlo, el trabajo de un líder comienza sabiendo por escoger a su equipo de trabajo. Saber qué se quiere conseguir, cuales son los objetivos de tu empresa y a partir de ahí rodearte de un equipo de personas que lo consigan.

Quizá esa es la mejor parte de ser un buen jefe, no te hace falta ser el mejor, solo necesitas rodearte de los mejores y confiar en su trabajo.


Mi equipo no iba a ser perfecto, nadie lo es y todos cometemos fallos, es ahí cuando el líder vuelve a aparecer para comentar posibles fallos, ver alternativas e inspirar confianza a los trabajadores, debe de ser una de las pocas formas en las que tus trabajadores también confíen en ti... una especie de unicornio alado, un jefe en el que se pueda confiar y no un Sr. Burns cualquiera...

Foto: winsimpsons.es.tl




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